Me permito comentar ambas cintas en un mismo texto para contrastar la manera en que su director, Eli Roth, cuenta las dos historias, caracterizadas por su violencia explícita. La primera parte (Hostel, 2005) es protagonizada por un trio de jóvenes turistas, Paxton (Jay Hernandez), Josh (Derek Richardson) y Oli (Eyþór Guðjónsson) que visitan Amsterdam, donde son invitados por un ruso para que conozcan un hostal en Eslovaquia lleno de chicas guapas y desinhibidas. Al llegar a la posada se percatan de la paulatina desaparición de otros jóvenes huéspedes, para que luego suceda lo mismo con Oli y después Josh. Mientras Paxton investiga el paradero de sus amigos es capturado y llevado a una antigua fábrica abandonada, la cual ha sido habilitada como un calabozo, donde personas adineradas pagan por atormentar y matar a los jóvenes secuestrados del hostal. Paxton logra escapar de su verdugo y huye de la fábrica (con grandes dificultades) junto a una joven japonesa, vengándose de algunos de los involucrados en los secuestros antes de partir del pueblo eslovaco en tren.
La segunda parte (Hostel 2, 2007), comienza con el asesinato y decapitación de Paxton (Hernandez) en una casa de campo propiedad de la familia de su novia (no sin antes soñar una conspiración en su contra en un hospital italiano, tras su huida en tren). Posteriormente, un trio de estudiantes norteamericanas que aprenden pintura en Italia, Beth (Lauren German), Whitney (Bijou Phillips) y Lorna (Heather Matarazzo), viajan en tren y son invitadas por otra chica a visitar un spa en Eslovaquia. Hasta aquí podría parecer una copia de la primera parte, pero existe también otra sub-historia que involucra a un par de amigos, Todd (Richard Burgi) y Stuart (Roger Bart), quienes han pagado por asesinar a un par de chicas (Whitney y Beth, respectivamente). El primero parece muy entusiasmado con la idea, mientras que el segundo no luce muy convencido de lo que van a hacer. Las chicas llegan al hostal y durante un festival nocturno es raptada Lorna, quien es llevada a la fábrica para morir acuchillada y desangrada por una dama, quien se baña en la sangre de la chica. Mientras se encuentran en un balneario, Whitney también desaparece y Beth huye de algunos individuos que pretenden raptarla. Aparentemente es rescatada por un hombre rico, quien resulta ser el líder de la organización criminal (Sacha), quien la lleva a la fábrica. Ahí, Todd no puede matar a Whitney, por lo que es asesinado, mientras que Stuart ejecuta a Whitney pero resulta capturado por Beth, quien negocia su liberación a cambio de dinero. Sacha le indica que debe matar a Stuart, por lo que Beth le corta los genitales y lo deja morir desangrado.
Aunque similares en la dosis de violencia explícita y crueldad inherentes, la diferencia en las calificaciones se debe a los distintos caminos de los desenlaces, pues en la primera parte se desarrolla una difícil escapatoria con un suspenso hasta la última escena, mientras que en la segunda parte se produce un final simplista basado en el poder del dinero. Por tal motivo me resulta más recomendable la primera que la segunda parte de Hostal.